Rómulo
Pardo Silva
Sus
agentes están en todas partes, en cada noticia, dentro de cada país, océano,
selva, banco, mail, sitio web.
Cinco
gobernantes latinoamericanos críticos que inician cambios soberanos han
enfermado de cáncer. Pueden ser los autores, tienen práctica en matar
presidentes.
Un
submarino nuclear entró a las aguas venezolanas, sorprendido huyó hacia allá.
Muy
lejos de sus costas, en el estrecho de Ormuz, amenaza iniciar la guerra un
portaaviones suyo.
Sujetos
de Siria, Irán, China, Rusia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba,
Bielorrusia, Líbano… reciben dinero ‘extranjero’ para desestabilizar a sus
gobiernos.
Ese estado
exige quebrantar el poder judicial de Ucrania para que una exgobernante condenada
a 7 años de prisión quede en libertad y pueda continuar interviniendo en la
política. El de Irán para que se libere a un espía suyo que declaró ser un
agente CIA. El de Cuba para sacar de prisión a un empleado que distribuía
material ilegal para derribar al régimen. El de Venezuela en favor de un opositor
aliado con sentencia por uso indebido de dinero público.
Cuando
estalla el conflicto entre sunitas y chiítas en Irak una vez que han retirado
parte de sus tropas toman el avión para ser parte de la discusión política ‘interna’.
Se
preparan para el control cibernético mundial y para tener el poder de bombardear
cualquier lugar del planeta en una hora.
Buscan
en Libia misiles portátiles que no se sabe en qué manos quedaron.
Le
dicen públicamente a los militares egipcios que no se queden en el poder.
Uno
de sus jueces sentencia a Irán y Hizbulá como autores del 11 de Septiembre.
Su
presidente formal/transitorio resuelve que en Venezuela no se respetan los
derechos ni las libertades de los ciudadanos.
Dan
consejos a la Unión Europea sobre qué hacer en su crisis financiera.
Sancionan
a Bielorrusia y le piden a la Federación Mundial de Hockey que el campeonato
mundial sobre hielo no se haga allí.
Cuando
los observadores de la Liga Árabe en Siria recorren el país ‘ellos’ exigen al
gobierno de Damasco que tengan libertad de movimiento.
Según
una conversación secreta filtrada trabajan con el jeque de Qatar para poner fin
al gobierno aliado de Arabia Saudita.
Son
los más armados, más endeudados y mayores depredadores de recursos naturales. Se
creen libres, justos, bendecidos de modo preferente por dios. Un
precandidato presidencial y ex gobernador estadual afirma que Dios quiere que ese
país "conduzca al mundo". "Dios
no creó a este país para que fuera una nación de seguidores. No
está destinado a ser uno de los varios poderes globales en equilibrio",
dijo rodeado por cadetes militares.
¿Dónde
no están? La clave para entender su omnipresencia es preguntarse para qué hacen
todo eso. Si lo hacen gratis.
Contacto
romulo.pardo@gmail.com